Michael Haneke, director de La Pianista; redirige Funny Games calcando su versión de 1997 pero esta vez con actores "made in USA".La historia es simple, un par de jóvenes pasan su tiempo visitando casas de familias acomodadas sembrando la violencia y el caos en ellas. Como si de diversos juegos se tratase (de ahí el título) los torturan, eso sí, siempre con humor y buenas maneras.
Una de las curiosidades de la película es que Paul nos hace partícipe de ella, pasamos a ser una especie de cómplices del crímen cuando se dirige al público con ciertos comentarios.
Por otro lado también llama la atención la ausencia de violencia explícita y es que Haneke juega con una vieja arma como es la insinuación evitando así pertencer a un género más gore.Respecto a las actuaciones son todas brillantes (bajo mi opinión) a Michael Pitt el papel le viene como anillo al dedo y a Naomi Watts como mujer en apuro ya sabemos que se defiende bien.
En resumen: una premisa sencilla con una resolución bastante lograda, una imagen cuidada y una gran elección de cast.
Puntuación: 8/10
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