Nominada a 10 Oscar, basada en la historia de un pobre chico de los barrios bajos de Bombay, dirigida por Danny Boyle y donde se mezcla una historia de amor y otra de insistencia bajo la atenta mirada de la sociedad india, Slumdog Millionaire se convierte en un peliculón, pero que, a diferencia de las anteriores producciones de Danny Boyle se deja por el camino ese algo que impide que tal film se convierta en una de esas películas que permanecen en la retina de los fans durante años.
Es una de esas películas que, por lo menos al que aquí escribe, no atrapan al espectador desde la primera escena pero si que según se desarrolla la historia te vas metiendo más y más en el papel de Jamal, el jovencito protagonista de la peli. La mezcla que Danny Boyle hace de la bonita historia de amor inspirada en Bollywood, la crítica a la sociedad más sórdida, donde la corrupción esta presente desde el primer momento tanto en la sociedad civil, la cual necesita ser corrupta para sobrevivir como en la policía sin escrúpulos. Sea quizás mérito completo del director que Slumdog Millionaire se convierta en un peliculón porque desde luego que los planos son excelentes, la alternancia de romanticismo con sociedad y acción y la clara evolución que se ve en la sociedad india en más o menos 15 años nos dejan de relieve una radiografía de aquel país. Todo ello bajo una genial banda sonora, que aunque al principio no acabe de pegar, finalmente te das cuenta de la buena elección que han hecho.
Yo si que me gastaría 7 u 8 euros en ver esta película, quizás lo que más asusta a los occidentales sea el acercamiento a Bollywood (casi no se percibe) y la carencia de actores conocidos, pero simplemente abran sus mentes, estructuren en sus cabezas las diferentes partes de la película y, desde luego no saldrán fascinados, pero tendrán la sensación de no haber tirado el dinero.
Es una de esas películas que, por lo menos al que aquí escribe, no atrapan al espectador desde la primera escena pero si que según se desarrolla la historia te vas metiendo más y más en el papel de Jamal, el jovencito protagonista de la peli. La mezcla que Danny Boyle hace de la bonita historia de amor inspirada en Bollywood, la crítica a la sociedad más sórdida, donde la corrupción esta presente desde el primer momento tanto en la sociedad civil, la cual necesita ser corrupta para sobrevivir como en la policía sin escrúpulos. Sea quizás mérito completo del director que Slumdog Millionaire se convierta en un peliculón porque desde luego que los planos son excelentes, la alternancia de romanticismo con sociedad y acción y la clara evolución que se ve en la sociedad india en más o menos 15 años nos dejan de relieve una radiografía de aquel país. Todo ello bajo una genial banda sonora, que aunque al principio no acabe de pegar, finalmente te das cuenta de la buena elección que han hecho.
Yo si que me gastaría 7 u 8 euros en ver esta película, quizás lo que más asusta a los occidentales sea el acercamiento a Bollywood (casi no se percibe) y la carencia de actores conocidos, pero simplemente abran sus mentes, estructuren en sus cabezas las diferentes partes de la película y, desde luego no saldrán fascinados, pero tendrán la sensación de no haber tirado el dinero.
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