Emotiva, triste, genial, dura, real... Javier Fesser ha hecho que el cine español se reinvente en una maravillosa película, me ha dejado embobado durante 2 horas y 17 minutos, casi me ha hecho llorar de la pena y rescatando un tema tan controvertido como es el Opus Dei ha conseguido una sofisticada y suave crítica al Opus.
El reparto, elegido de una forma genial desde la madre de Camino, Carme Elías y el padre Mariano Venancio hasta la hermana de la niña, representada por Manuela Vellés, actriz que me encanta desde que la ví en Caótica Ana, finalmente la protagonista, Camino, representada por la jovencísima Nerea Camacho hace un papel excelente además de representar fielmente el papel de niña dulce. Algunos de ellos son conocidos, pero no están quemados lo que le da a la película un aire nuevo, fresco e innovador, por fin se rompe con esa estética decadente del cine español que ha desanimado a tanta gente y ha arrastrado el cine de nuestro país al ostracismo.
El reparto, elegido de una forma genial desde la madre de Camino, Carme Elías y el padre Mariano Venancio hasta la hermana de la niña, representada por Manuela Vellés, actriz que me encanta desde que la ví en Caótica Ana, finalmente la protagonista, Camino, representada por la jovencísima Nerea Camacho hace un papel excelente además de representar fielmente el papel de niña dulce. Algunos de ellos son conocidos, pero no están quemados lo que le da a la película un aire nuevo, fresco e innovador, por fin se rompe con esa estética decadente del cine español que ha desanimado a tanta gente y ha arrastrado el cine de nuestro país al ostracismo.
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